El abuso sexual es una forma de maltrato y lo constituyen las actitudes y comportamientos que una persona adulta o significativamente mayor tiene con una niña o un niño, utilizando el engaño, el chantaje y la manipulación emocional, para satisfacer su deseo sexual.
Se considera abuso tanto si existe la aceptación del menor como si no, y tanto si se produce como si no se produce contacto genital.
Prevención del abuso sexual
El objetivo último de la educación afectivo sexual no es la prevención del abuso sexual, aunque este es un aspecto importante a tener en cuenta. Conviene que la educación sexual no reduzca la sexualidad a algo negativo y peligroso, ya que es necesario que las niñas y los niños aprendan a protegerse de la violencia y del abuso sexual, pero no de la sexualidad en sí.
Este es el mensaje que hay que transmitir a los pequeños para que de esta manera puedan aprender a discriminar las conductas sexuales inadecuadas, sepan rechazarlas y no reproduzcan ni imiten las conductas sexuales violentas. Así podrán desarrollar su sexualidad desde la libertad.
Alrededor de los 5 o 6 años se puede empezar a hablar a las niñas y a los niños de la posibilidad de sufrir un abuso sexual, aunque sin alarmismo, para no asustarles innecesariamente.
Hay que explicarles que las relaciones sexuales son muy bonitas siempre que las dos personas estén agusto y quieran, pero que siempre existe el derecho a decir que no ante una expresión afectiva que desagrada, sea un beso, una caricia o cualquier otro tipo de práctica sexual.
También hay que dejar claro que si se encuentran en alguna situación así, pueden y deben contárselo a una persona adulta en quien confíen, que en estas cuestiones no debe haber secretos y que él o ella no es culpable de nada.
Es muy importante que los niños y niñas tengan claro que ante cualquier indicio inicial de este tipo de actitudes de abuso sexual por parte de alguna persona adulta, pueden hablar con alguien de su confianza, para así evitar que vaya a más y lograr que no quede en un tabú inabordable.
Para finalizar, se debe tener presente que en la relación diaria de las educadoras y los educadores con las niñas y los niños es necesario, muy positivo y también inevitable el contacto físico: las manifestaciones de afecto como los abrazos, las caricias, los besos, o tocar los genitales de los pequeños para ponerles crema a la hora de cambiarles los pañales, etc.
Sin embargo, la sociedad actual tiende a veces al alarmismo en estas cuestiones y ello puede frenar en determinados centros de educación infantil la realización de algunas actividades, como por ejemplo experimentar con pintura en el cuerpo desnudo.
En este sentido, con relación a la prevención del abuso sexual y para evitar confusiones, es imprescindible establecer y mantener una adecuada comunicación entre las familias y la escuela para que los niños/as no pierdan la oportunidad de realizar actividades por culpa de malentendidos evitables.
Me parece muy interesante tu entrada! Ojala la gente fuera capaz de darse cuenta de que hay que erradicar esto YA! Yo he comenzado con el blog hace poco...si quieres pasarte! espero que te guste :)
ResponderEliminar¡¡Gracias Cristina!! ya me pasaré por tu blog para darte mi opinión.
ResponderEliminarSi la gente pusiera un poquito de su parte esta situación cambiaría!
Un saludo