Este blog pretende explicar de forma sencilla y rigurosa cómo se produce el desarrollo afectivo, social, moral y sexual de los niños y de las niñas desde su nacimiento hasta los seis años.
Se conmemora en el planeta el Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los Niños el 19 de Noviembre, promovido por la Fundación Cumbre Mundial de la Mujer (WWSF): mujeres y niños primero, organización con sede en Ginebra, Suiza. Que lidera la conformación de una coalición mundial de organizaciones que contribuyen con la creación de una cultura de la prevención del maltrato infantil y el abuso sexual infantil.
El abuso sexual es una forma de maltrato y lo constituyen las actitudes y comportamientos que una persona adulta o significativamente mayor tiene con una niña o un niño, utilizando el engaño, el chantaje y la manipulación emocional, para satisfacer su deseo sexual.
Se considera abuso tanto si existe la aceptación del menor como si no, y tanto si se produce como si no se produce contacto genital.
Prevención del abuso sexual
El objetivo último de la educación afectivo sexual no es la prevención del abuso sexual, aunque este es un aspecto importante a tener en cuenta. Conviene que la educación sexual no reduzca la sexualidad a algo negativo y peligroso, ya que es necesario que las niñas y los niños aprendan a protegerse de la violencia y del abuso sexual, pero no de la sexualidad en sí.
Este es el mensaje que hay que transmitir a los pequeños para que de esta manera puedan aprender a discriminar las conductas sexuales inadecuadas, sepan rechazarlas y no reproduzcan ni imiten las conductas sexuales violentas.Así podrán desarrollar su sexualidad desde la libertad.
Alrededor de los 5 o 6 años se puede empezar a hablar a las niñas y a los niños de la posibilidad de sufrir un abuso sexual, aunque sin alarmismo, para no asustarles innecesariamente.
Hay que explicarles que las relaciones sexuales son muy bonitas siempre que las dos personas estén agusto y quieran, pero que siempre existe el derecho a decir que no ante una expresión afectiva que desagrada, sea un beso, una caricia o cualquier otro tipo de práctica sexual.
También hay que dejar claroque si se encuentran en alguna situación así, pueden y deben contárselo a una persona adulta en quien confíen, que en estas cuestiones no debe haber secretos y que él o ella no es culpable de nada.
Es muy importante que los niños y niñas tengan claro que ante cualquier indicio inicial de este tipo de actitudes de abuso sexual por parte de alguna persona adulta, pueden hablar con alguien de su confianza, para así evitar que vaya a más y lograr que no quede en un tabú inabordable.
Para finalizar, se debe tener presente que en la relación diaria de las educadoras y los educadores con las niñas y los niños es necesario, muy positivo y también inevitable el contacto físico: las manifestaciones de afecto como los abrazos, las caricias, los besos, o tocar los genitales de los pequeños para ponerles crema a la hora de cambiarles los pañales, etc.
Sin embargo, la sociedad actual tiende a veces al alarmismo en estas cuestiones y ello puede frenar en determinados centros de educación infantil la realización de algunas actividades, como por ejemplo experimentar con pintura en el cuerpo desnudo.
En este sentido, con relación a la prevención del abuso sexual y para evitar confusiones, es imprescindibleestablecer y mantener una adecuada comunicación entre las familias y la escuela para que los niños/as no pierdan la oportunidad de realizar actividades por culpa de malentendidos evitables.
La mayoría de personas se dan cuentan de que les gustan las personas del otro sexo y se sienten atraídas por ellas, pero también las hay cuyo deseo se dirige a personas de su mismo sexo.
La homosexualidad es una opción que se caracteriza esencialmente porque las personas se sienten atraídas y gozan sexualmente con personas de su mismo sexo.
Las familias homoparentales y sus hijas e hijos
En la actualidad, en nuestro país existen familias de muchos tipos:familias formadas por parejas heterosexuales, familias extensas, familias monoparentales, familias reconstruidas con hijos de ambos miembros e hijos en común, familias homoparentales constituidas por parejas homosexuales, etc.
Esta es una realidad cada vez más aceptada por la sociedad, aunque queda mucho camino por recorrer, ya que todavía existen colectivos que consideran que dentro de esta diversidad de familias hay algunas que son mucho mejores que otras.
Las familias homoparentales son las que acostumbran a quedar en peor lugar, llegando a ser consideradas por estos colectivos como perjudiciales para sus propios hijos e hijas.
Los hijos y las hijas de toda esta variedad de familias asisten a la escuela infantil y todos ellos tienen derecho a ser tratados y educados con el mismo respeto y la misma consideración, independientemente de la familia que tengan y de la orientación sexual de sus miembros.
Por este motivo, y teniendo en cuenta la homofobia existente en nuestra sociedad, es necesario que los centros educativos se planteen de qué forma abordan la cuestión de la homosexualidad y, en gerenal, de la diversidad sexual.
La escuela debe:
Fomentar en los alumnos/as el respeto hacia todas las personas, homosexuales, heterosexuales o bisexuales.
Tiene que aceptar y valorar la diversidad existente.
Debe trabajar los prejuicios y cualquier tipo de manifestación homofóbica. Como pueden ser los insultos en los pasillos o en el patio, que son todavía habituales en la mayoría de los centros educativos.
Debe aceptar de forma plena a las personas homosexuales que tienen hijos e hijas que asisten al centro, para que participen activamente como miembros de la comunidad educativa.
¿Cómo abordar el tema de la homosexualidad en las aulas?
Es importante tratar la homosexualidad de forma natural y positiva, utilizando las palabras adecuadas y explicando su contenido para seguir la normalización del hecho homosexual.
Los niños y las niñas deben poder hablar de personas gays y lesbianas que conozcan de su entorno próximo, y también de las que aparecen en los medios de comunicación.
Además, es conveniente que la biblioteca del aula cuente con libros y cuentos en los que haya personajes con distintas orientaciones sexuales: heterosexuales y homosexuales.
Por otro lado, también es muy importante responder de manera adecuada a las preguntas que los niños y las niñas puedan formular con relación a la homosexualidad, limitando, ya desde el primer momento, cualquier comentario o manifestación homofóbico que las niñas o los niños puedan haber aprendido de su entorno, de familiares, amistades o de la televisión.
Más que explicar contenidos sobre la homosexualidad, lo importante es incidir en las actitudes hacia la misma.
Los vídeos que os voy a dejar a continuación son unos cortometrajes de Sergi Pérez Gómez, los cuáles tratan sobre la homosexualidad en la escuela.
Se entiende por agresióncualquier conducta que pretende causar o dañar a alguien o a algo. Aunque en la infancia son mucho más frecuentes las conductas amistosasque las conductas agresivas, todos los niños/as manifiestan alguna vez este tipo de conductas, que, por otro lado, les sirven como experiencias de aprendizaje, a la vez que las personas adultas les enseñan a resolver las situaciones conflictivas de una forma alternativa.
TIPOS DE AGRESIVIDAD
Podemos considerar tres categorías asociados a comportamientos agresivos en la infancia:
-Agresividad adaptativa.Forma parte del desarrollo normal del ser humano y constituye una respuesta lógica ante la frustración.Alrededor de los dos años, cuando el pequeño empieza a descubrir su personalidad, aparecen muchas de estas conductas de oposición, como crisis, rabietas y llantos, que intentan ponerse a la voluntad de la persona adulta para imponer los propios deseos.
Se trata de un comportamiento de autoafirmación que pone a prueba la paciencia de padres y educadores.
El niño/a no entiende por qué no puede hacer aquello que desea.Las rabietas, las patadas, los golpes y los mordiscos son formas habituales utilizadas para defender su yo y manifestar su frustración.
Pero, al mismo tiempo, el niño/a está averiguando hasta qué punto pueden conseguir lo que se proponen y cuáles son las consecuencias de comportarse agresivamente.
-Conductas agresivas no adaptativas. Son las agresiones que se utilizan para resolver conflictos, pero que en realidad no solucionan nada y suponen unos costes personales mayores que las ganancias que conllevan. Este tipo de conductas deterioran las relaciones sociales y originan problemas de convivencia importantes. Suelen estar causados por dificultades de adaptación al entorno, por celos, etc.
Aunque las niñas y los niños agresivos suelen estar mal valorados entre sus compañeros/as, generalmente no les preocupa el rechazo que puedan originar, ya que piensan que con sus acciones dominan a los demás. Por otro lado, confían en que la agresión les hará obtener siempre algo beneficioso, como detener la acción de los otros o aumentar su propia autoestima.
-Trastorno de conducta disocial.Conductas agresivas más graves que se manifiestan a partir de los diez años y en la adolescencia, en las que la violencia es gratuita.
Se manifiesta por peleas e insultos frecuentes, agresiones a personas o animales, robos, provocación de incendios, incumplimiento repetido de las normas, todo ellos, acompañado de la falta de sentimientos de culpa.
Entre las posibles causas de este trastorno destaca la pertenencia a familias con problemáticas importantes:maltratos infantiles, alcoholismo, pobreza extrema,...
POSIBLES CAUSAS DE LA AGRESIVIDAD INFANTIL
La adopción de modelos de comportamiento agresivo está vinculada de forma determinante a una socialización deficiente.
Desde una perspectiva social, se ha observado que el tipo de juegos y juguetes pueden influir para favorecer conductas más agresivas en los niños, a la vez que se valoran negativamente y se reprimen esas mismas conductas en las niñas.
Por otro lado, la violencia televisiva ejerce influencias negativas en las edades tempranas. La violencia emitida por los diferentes medios de comunicación y ocio, como los videojuegos o las películas, podría ayudar a generar conductas agresivas. Los niños/as pueden llegar a imitar conductas violentas o a pensar que el mundo está lleno de peligros que hay que combatir.
Uno de los aspectos más determinantes en el desarrollo de la agresividad infantil es el comportamiento agresivo de los padres y las conductas de rechazo o distanciamiento hacia sus hijos, así como los continuos conflictos que se producen en muchas parejas. Todas estas circunstancias pueden originar en los hijos problemas emocionales y conductas agresivas.
Albert Bandura en su teoría del aprendizaje social argumenta que los pequeños aprenden la mayoría de las conductas imitando el comportamiento de otras personas, especialmente de las que son más significativas para ellos.
Este psicólogo canadiense realizó un experimento clásico sobre aprendizaje y agresión.
Para concluir con este tema os dejo este vídeo donde podréis observar como los niños y niñas aprenden a comportarse agresivamente mediante la observación de otros modelos agresivos, en este caso, sus padres.
Las rabietas, las pataletas y los berrinches son muy frecuentes en la primera infancia. Constituyen una parte normal del desarrollo del niño o la niña de 1 a 3 años, y tienen tendencia a desaparecer hacia los 4 años.
Se trata de comportamientos coléricos (llorar, gritar, echarse al suelo, dar patadas, quitarse la ropa...) mediante los cuales manifiestan su frustración por la incapacidad de hacer o conseguir algo que desean.
Un ejemplo de rabieta lo podemos ver en el siguiente vídeo:
¿Por qué se producen las rabietas?
A estas edades, los niños y niñas, cuando quieren una cosa, la quieren inmediatamente, no tienen espera. Si no consiguen lo que pretenden aparece la pataleta o la rabieta.
Se considera que el origen de la rabieta suele estar en un conflicto entre los deseos de autonomía del niño o niña y las limitaciones que se le imponen.
Hay otros factores que facilitan su aparición en un determinado momento, como por ejemplo: que la criatura no haya dormido lo necesario; que tenga hambre; que se sienta incómoda porque hace rato que no se le ha cambiado el pañal; o que esté enferma.
Este tipo de comportamientos aparecen a una edad en la que, aunque el lenguaje empieza a estar presente, no está todavía suficientemente elaborado como para poder expresar las necesidades y los sentimientos.
El miedo a crearle traumas al niño/a si se le niega algo que desea mucho, el intentar suplir o compensar con el hijo/a aquellas carencias que los progenitores tuvieron en su infancia o las pocas ganas de complicarse la vida, son algunas de las razones que llevan a muchas personas adultas a ceder ante los deseos y demandas del pequeño, sobre todo cuando las rabietas tienen lugar en espacios públicos.
¿Qué se puede hacer para evitar las rabietas?
Hay que intentar evitar las situaciones y circunstancias que pueden ser fuente de frustración o que facilitan la aparición de rabietas, como hambre, sueño, exceso de actividad, etc.
La escuela y la familia deben compartir normas razonables, claras y coherentes, independientemente de quien esté cuidando del niño o la niña.
Se deben mantener las normas para que el niño o la niña tenga claro dónde están los límites.
No hay que reforzar los comportamientos disruptivos. El pequeño busca la atención de los mayores y si la recibe mediante las rabietas, se le está indicando que esta es la mejor manera para conseguir lo que quiere.
Hay que enseñarle a verbalizar sus sentimientos y expresar su frustración y su enfado de una forma mínimamente adecuada.
Se le ha de ofrecer la posibilidad de elegir entre varias opciones, siempre que sea posible.
Se debe avisar al niño/a, con tiempo, cuando vaya a producirse un cambio en una actividad rutinaria, para que pueda prepararse y hacerse a la idea.
Algunas pautas de actuación ante las rabietas
Hay que mantener la calma, sin gritar ni zarandear a la criatura.
No se ha de intentar razonar en el mismo momento, ya que probablemente no escuchará.
No debe concedérsele en ese momento lo que quería, para no reforzar la conducta.
No hay que darle otra cosa que sepamos que le gusta para que se calle, ya que lo pediría en cada rabieta.
Intentar distraer al pequeño desviando su atención hacia otra actividad u objeto.
Si no se logra controlar la rabieta, se puede adoptar una actitud de indiferencia y hacer como que se ignora su conducta.
Se puede utilizar la técnica de tiempo fuera, dejándolo solo, para que se calme, en un espacio sin peligros durante unos minutos. Se calcula un minuto por año de edad.
Si la escena ocurre en un sitio público, se ha de procurar llevarle a un sitio tranquilo y si fuera necesario, porque presente una actitud violenta, contenerle físicamente, sujetándolo pero sin hablarle ni mirarle.
Una vez la rabieta ha finalizado, no se le debe castigar ni gritar, sino darle seguridad y afecto, y hacerle pensar y razonar sobre lo que ha pasado.
Ante las rabietas que son inevitables en estas primeras edades, no hay que preocuparse en exceso.En líneas generales se podría decir que:
- Es importante mantener la calma.
- Hay que evitar que la situación se convierta en una lucha con vencedores y vencidos.
- Se debe hacer comprender al niño o la niña que esta no es la manera de conseguir lo que quiere.
Para finalizar os dejo este vídeo donde una psicóloga clínica, asesora a los padres de una niña que muestra este tipo de comportamiento de manera constante.
A veces, el comportamiento habitual de la niña o el niño sufre modificaciones.
En ocasiones, cuando no utilizaba el chupete lo vuelve a pedir, cuando ya controlaba sus esfínteres vuelve a hacerse pipí encima o en la cama, o incluso pueden aparecer conductas más agresivas de lo que era habitual en él.
Este tipo de conductas que corresponden a etapas evolutivas anteriores ya superadas constituyen lo que se denomina regresión de conducta. Es como un volver atrás, como si el niño/a, en determinados momentos, quisiera volver a ser más pequeño y por ello manifiesta retrocesos en conductas que ya tenía adquiridas.
¿Por qué se producen estos cambios?
¿Por qué surge esta necesidad de comportarse como un bebé?
¿Hay algún hecho que desencadene estas conductas?
Estos cambios se asocian a los celos, aunque pueden tener otras causas, como la pérdida de un familiar, un cambio en las relaciones familiares, etc.
Los celos se producen por alguna circunstancia que conlleve una vivencia hasta aquel momento. Pueden ser causa de celos el macimiento de un nuevo hermano, una segunda pareja de uno de los cónyuges, la llegada a la vivienda de un abuelo que necesita cuidados especiales o la enfermedad de algún miembro de la familia.
Sea cual sea la causa, hay que tener claro que cuando un niño o una niña está celoso es una criatura que sufre y que está angustiada.
¿Qué hacer ante los celos y como prevenirlos?
Cuando un niño/a manifiesta celos hacia un hermanito o hermanita, es importante que la madre y el padre sean capaces de repartir el tiempo que dedican a cada uno de ellos y no volcarse en exceso en el recién nacido. Enseñar a compartir, hacer participar a los mayores en algunos cuidados del pequeño, no compararlos y educarlos en la diversidad son algunos principios que se deberían tener en cuenta.
El niño o la niña debe ir aprendiendo que no todas las personas necesitan los mismos cuidados y que la afectividad es ilimmitada.
Para prevenir los celos, es importante la preparación de la llegada del hermano/a. Algunas pautas orientativas a tener presentes son las siguientes:
Que los hermanos se lleven 2-3 años, porque así la criatura podrá entender mejor lo que ocurre.
A partir del segundo trimestre de embarazo, explicarle que va a tener un hermanito o hermanita. Estas explicaciones las deberían de dar la madre y el padre conjuntamente, de forma breve y adecuada a la edad del pequeño.
Si hay que cambiar al mayor de habitación, es conveniente no hacerlo justo en el momento del nacimiento de su hermano/a.
Sería impritante que no coincidiera el inicio de la escolaridad con el nacimiento dle nuevo bebé.
Mientras las madre está en el hospital, no deberían modificarse demasiado las rutinas diarias del niño/a.
La primera vez que vaya a ver a su hermanito/a al hospital, sería mejor que el bebé no estuviera en brazos de su madre.
También hay que tener en cuenta que a menudo los celos no aparecen en el momento del nacimiento del hermano ni durante los primeros meses, ya que los bebés, si no son especialmente llorones y difísiles, pasan muchas horas durmiendo y "molestan poco".
En cambio, alrededor del año, cuando sus manifestaciones se hacen más evidentes y empiezan a andar, es como si le quitaran tiempo al hijo mayor y es entonces cuando este manifiesta los celos reclamando la atención de padres y educadores de forma mucho más evidente.
También es importante recalcar que los celos también puede sentirlos el hermano pequeño hacia los hermanos y hermanas mayores.
No debes olvidar que una criatura celosa es una criatura que sufre.
Se debe aprender a expresar las emociones de forma socialmente adecuada, en un tiempo adecuado y con los matices adecuados.
Éste es un proceso complejo que no siempre se consigue. De hecho, muchas personas tienen dificultades para adecuar la expresión de sus emociones a lo largo de su vida.
Por ejemplo, una persona a quien le suceda algo que la enoje profundamente podrá proceder de maneras diferentes:
Respondiendo instintivamente, por ejemplo agarrando lo primero que encuentre y tirándolo contra la pared o al suelo con rabia, como haría un niño/a de dos años en plena pataleta. Esta acción sería INADECUADA e INÚTIL.
Reprimiendo la expresión de la emoción, lo que supondría tragarseel enojo, y no expresarlo. Esta respuesta, si se reproduce de manera sistemática, puede tener como consecuencia un incremento de la tensión y puede desembocar en alteraciones de tipo psicológico (estrés, ansiedad...) o enfermedades psicosomáticas, por lo que NO ES RECOMENDABLE.
Conteniendo o regulando la expresión de la emoción, encontrando una manera adecuada de expresarla. Esta sería la RESPUESTA MÁS APROPIADA. De hecho, lo ideal sería que cada persona, a lo largo de su desarrollo y con la ayuda de las personas de su entorno cercano, pudiera encontrar una manera adecuada de expresar las diferentes emociones que siente, matizándolas en los casos en que sea necesario.
Este proceso de regular y contener las propias emociones y expresarlas de forma cocialmente adecuada se denomina autorregulación emocional.
- Es importante que los pequeños/as, a lo largo de su desarrollo, vayan aprendiendo en su relación, tanto con las personas adultas como con sus iguales, a contener las emociones y regular su expresión. Este será uno de los objetivos esenciales de la intervención educativa relacionada con el desarrollo afectivo.
Hay que tener presentes en este proceso de aprendizaje de la autorregulación emocional, DOS ASPECTOS:
En primer lugar, que cada cultura condiciona la expresión de las emociones de diferente manera. Es decir, lo que es adecuado en un determinado grupo social y cultural, puede no serlo en otro. Por lo tanto, los niños y niñas aprenden a regular y a contener la expresión de sus emociones en función del grupo en el que se desarrollan.
En segundo lugar, también hay que considerar el papel del lenguaje en todo el proceso de aprendizaje de la autorregulación emocional. Gracias al lenguaje los pequeños/as pueden, por ejemplo, disminuir su angustia en determinados momentos. El dominio del lenguaje les permite explicar lo que sienten. Este puede ser el caso de una niña de 4 años que, ante una situación estresante, se habla a sí misma para tranquilizarse, diciendo: "Papá ha dicho que volverá pronto para jugar conmigo". Poner palabras a lo que siente es básico para regular, contener y compartir sus emociones.
¡Tenlo en cuenta!
En una sociedad cada vez más diversa como la nuestra, es muy importante que tengáis conocimientos sobre cómo se expresan las emociones en diferentes culturas. Ya que esto os permitirá ahorraros malentendidos y lograr una convivencia más fácil y, al mismo tiempo, os ayudará a no caer en estereotipos erróneos.
La palabra emoción proviene del latín y su significado es "agitación".
EMOCIÓN:Estado de agitación o excitación fisiológica que aparece en cada persona como respuesta a un estímulo.
La emoción la causa un ESTÍMULO, por ejemplo un acontecimiento divertido, la audición de una canción o simplemente un pensamiento.
Un mismo estímulo puede producir EMOCIONES DIFERENTES en la misma persona. Por ejemplo, la vision de un bebé llorando, al principio, produce en las personas adultas una reacción de agitación y alerta que puede derivar en una emoción de tristeza, mientras que al cabo de varias horas de atenciones y consuelo, el llanto del mismo bebé puede producir en la misma persona enojo ("a ver si se calla de una vez") o miedo ("a esta criatura le debe de doler algo y tiene que ser grave para que llore de esta manera").
La emoción produce una RESPUESTA FISIOLÓGICA o estadio de agitación, que puede consistir en el aumento del ritmo cardíaco, la respiración acelerada, el aumento d ela temperatura en la cara y las manos, etc. Estas respuestas son muy similares, es deicr, varían poco aunque se experimenten emociones diferentes.
La respuesta y la intensidad que produce el estímulo es SUBJETIVA y depende tanto de aspectos innatos como influidos por la experiencia y el aprendizaje. Por ejemplo, encontrar una serpiente en el monte puede resultar excitante para unas personas, dvertido para otras e insoportable para unas tterceras.
La reacción se da en un PROCESO TEMPORAL MOMENTÁNEO, una vez iniciada la estimulación se alcanza un máximo y luego disminuye hasta extinguirse. En algunos casos, después de una emoción intensa que produce una importante activación fisiológica, cuando desaparece el estímulo que la producía, aparece la emoción "contraria".
Existen seis EMOCIONES BÁSICAS que forman parte del repertorio emocional de los niños/as desde los primeros meses de vida: la alegría, la ira, la tristeza, el miedo, la aversión y la sorpresa. A medida que vayan creciendo aparecerán EMOCIONES MÁS COMPLEJAS como: el orgullo, la culpabilidad o la envidia.
¿SABÍAS QUE LAS EMOCIONES CONDICIONAN LAS DECISIONES?
Las emociones son un elemento clave en todas las decisiones que toma una persona a lo largo de su vida. Lo que impulsa al ser humano hacia la elección de una opción concreta no es solamnete la razón, sino que también la emoción juega un papel determinante. Un ejemplo sería el siguiente:
"Me da miedo hablar en público y la semana que viene tengo la reunión de inicio de curso con los padres de mis alumnos. Debería afrontarlo ya que, si no, tendré que empezar a buscar otro trabajo".
- La decisión que toma está influenciada por las emociones. Las emociones son, por tanto, la parte consustancial de la vida de las personas.
¿Y los sentimientos que son?
A menudo, en el lenguaje cotidiano utilizamos indistintamente los términos emoción y sentimiento, pero en realidad no se trata de lo mismo, aunque ambos estén relacionados.
Podemos decir que el SENTIMIENTO es la emoción pensada y sentida, que permanece aún en ausencia del estímulo que lo ha generado.
Sentimiento y emoción se diferencian en cuanto a la duración en el tiempo y a la intensidad con que se viven:
La EMOCIÓN es breve y más intensa.
El SENTIMIENTO es más duradero y menos intenso.
No es posible controlar la reacción fisiológica emocional que produce un determinado estímulo, pero sí que se puede modificar el sentimiento que nos invade, según el pensamiento que se asocie a la emoción vivida.
"La emoción y el sentimiento nos ayudan cada día a decidir que queremos hacer con nosotros mísmos".
- La afectividad es una característica esencial de las personas que las distingue del resto de seres vivos.
- Si no existiera el mundo de los afectos y las emociones, la vida del ser humano sería muy diferente a como es.
En sentido global podemos decir que la afectividad está constituida por la vivencia y la expresión de los diferentes estados afectivos que tiene el ser humano en relación a sí mismo, a su entorno físico y a su entorno social.
Estos estados afectivos pueden ser placenteros o desagradables.
Hay dos conceptos que están indisolublemente unidos al de afectividad:
LAS EMOCIONES.
LOS SENTIMIENTOS.
En la siguiente entrada se explicará qué significan y cuál es su importancia en el desarrollo afectivo.
Cuando a una persona se le plantea qué entiende por desarrollo afectivo, generalmente le vienen a la cabeza palabras como emoción, sentimiento, personalidad, afectividad..., y de hecho no le falta razón, pues precisamente el desarrollo afectivo se refiere a eso, al proceso por el cual cada persona va conformando este rompecabezas tan complicado que constituye el mundo emocional.
Existen cuatro conceptos básicos relacionados con el desarrollo afectivo, los cuales son procesos que se darán de manera simultánea en los niños y niñas y determinarán en gran medida su evolución. Éstos son los siguientes:
- EL CRECIMIENTO, que se refiere a los cambios físicos que se producen en la persona a lo largo de su vida y que son fácilmente observables, medibles y cuantificables.
- LA MADURACIÓN, que son los cambios biológicos que afectan a la estructura y dunción de las células. Se inicia con la primera división celular y se prolonga durante toda la vida.
- EL DESARROLLO, que incluye los cambios psicológicos y la formación progresiva de las funciones propiamente humanas: el lenguaje, la memoria, la atención, etc.
- EL APRENDIZAJE, que es el proceso de adquisición del conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia.
"El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños".